La mayoría de las mujeres pasan por un periodo de adaptación después del nacimiento de su bebé, si le agregamos la caída de los niveles hormonales, podríamos estar frente a una tristeza postparto o baby blues.
El baby blues es un proceso adaptativo en el que se pueden llegar a presentar episodios de tristeza y ansiedad. Llega de forma súbita entre el tercer al quinto día después del nacimiento y puede durar hasta 21 días.
Es uno de los secretos mejor guardados en la maternidad, ya que hasta el 85% de las mujeres lo presenta. No interfiere en la funcionalidad de la madre.
Síntomas:
- Irritabilidad
- Tristeza
- Dificultad para concentrarse
- Alteraciones en el apetito
- Sensación de estar sobrepasada
- Culpa
- Añoranza a la vida antes de ser madre
Aunque los pensamientos y sentimientos en el postparto pueden ser abrumadores, el baby blues desaparece de forma natural unas semanas después del nacimiento.
La depresión postparto es un trastorno del estado de ánimo que afecta a alrededor del 10-15% de las mujeres después de dar a luz.
En la depresión postparto, además de los sentimientos y pensamientos que se presentan en los baby blues, se agrega:
- Tristeza profunda
- Llanto persistente
- Insomnio o somnolencia
- Incapacidad de vincularse con bebé
- Enojo
- Aislamiento
- Disfuncionalidad
En la depresión postparto los síntomas son duraderos, persistentes y se mantienen e incluso se intensifican después de las primeras semanas de vida. Esta requiere un abordaje multidisciplinario por parte de un psiquiatra y psicoterapeuta. Es una condición real que requiere tratamiento. El tratamiento suele ser farmacológico y los síntomas disminuyen considerablemente, acompañadas de un proceso psicoterapéutico.
En ambos escenarios es indispensable contar con una red de apoyo y contención para la madre que está pasando por esto.