Finalmente todo llega a su fin y el embarazo termina. Se junta todo, la expectativa del parto, los comportamientos de tus seres queridos, el futuro papá, la atención hospitalaria, tu médico, tu cuerpo y básicamente la incertidumbre. Si llevas un adecuado control prenatal, es decir, tus visitas periódicas podrás elaborar un plan de trabajo de parto, discutir con tu médico todas las opciones y podrás reducir las urgencias médicas. Saber que sigue, reduce la ansiedad y podrás entonces fluir, teniendo la certeza que se va a actuar en forma adecuada, a esto me refiero con tener claro cuáles son las señales de alarma y cuando debes comunicarte con el doctor o llegar al hospital, la curva de trabajo de parto y el tiempo que puede transcurrir. Entonces, platicas de posibilidades y de lo que debes esperar en un trabajo de parto normal.
Ante esto, conoces entonces el concepto de que una mujer embarazada tendrá un parto natural a menos que tengas una complicación. La cesárea se considera un tratamiento que tiene indicaciones precisas, que pueden ser maternas o fetales, en donde el objetivo es asegurar la salud de la mamá y del bebé. Las complicaciones que llevan a tomar este tipo de decisiones se reducen si mantienes un peso saludable, si te mantienes activa realizando tu ejercicio diario, si tienes la información necesaria y la confianza con tu médico. Puedes entonces, tener un parto o una cesárea humanizada, y a esto nos referimos que puedes participar activamente creando un espacio lindo para tu bebé, sentirte acompañada, expresándote y hacer de este momento un recuerdo valioso y en conciencia para tu nueva familia.
Te sugiero que a partir la semana 36, prepares una copia de tu expediente clínico y documentación. Alista una maleta con las cosas que requieres y las que necesita tu bebé; en la mayoría de instituciones dan la información de los elementos básicos. El tiempo normal para que nazca tu bebé y se considere a tiempo está entre 37 y 41 semanas. En estos días puedes presentar ocasionalmente contracciones (dolores bajos a nivel del abdomen bajo o la espalda, que duran uno o dos minutos), se acentúa el cansancio, las piernas pueden hincharse, especialmente en las tardes, por lo que es bueno tomarte momentos de descanso dos o tres veces al día y levantarlas sobre el nivel de la cintura, unos 10 minutos cada vez.
Si tienes contracciones de 2 a 3 cada 10 min, expulsión de líquido por vagina (romper fuente), sangrado vaginal, o dolor tipo cólico, es momento de llamar a tu médico. Una forma de identificar las contracciones es que el abdomen se pone duro en su totalidad, si sólo percibes un lado, lo más probable es que se trate de un movimiento fetal.
Recuerda que las contracciones no duelen, sobretodo al principio, que pueden ser incómodas, pero realmente el dolor o presión se dan por la dilatación del cérvix. Para medir las contracciones, te colocarán un tococardiografo, por el abdomen, que además sirve para medir el latido cardíaco fetal. Una vez iniciadas las contracciones regulares (2 ó 3 en 10 minutos), el útero ha iniciado el proceso de acortamiento y dilatación, ya que tiene que pasar de estar grueso y casi cerrado o cerrado, a adelgazarse (lo que llamamos borramiento) y a abrirse hasta 10 cm (dilatación), para que la cabeza y el cuerpo del bebé salgan. La dilatación se evalúa con tactos vaginales.
Las contracciones se van haciendo un poco más fuertes y seguidas. Durante este período es importante que mantengas una respiración tranquila, puedes levantarte, caminar y tomar líquidos claros.
Después de los 3 cm de dilatación, podrías esperar qué avances 1 cm por hora hasta llegar a 10 cm. A partir de aquí, una vez se completa la dilatación, el período final es el descenso y nacimiento de tu bebé, cuando se requiere tu colaboración activa consistente en pujar (toma la respiración y sin soltar el aire, haz fuerza concentrada al recto), cada vez que ocurra una contracción. Durante este período, podemos evaluar las condiciones del bebé y los avances del cervix materno, y podrán tomarse las desiciones de la conclusión del parto o cesárea.
Hoy como ginecóloga, y madre, me he dado cuenta que lo más importante es tener la información y contar con todas las opciones para que puedas lidiar justo con la incertidumbre. No te hace mejor madre si tu bebé, nace por cualquiera de la vía indicada, muchas veces no depende de nosotras, pero si estar en conciencia con la información, determina que en ese momento estés en conciencia sin la incertidumbre. Finalmente, vale la pena.
Julie pertenece al Consejo Mexicano de Ginecología y Obstetricia con más de 20 años de experiencia. También es mamá y para ella lo más importante es integrar ambas cosas. Siempre dispuesta a dar los mejores tips para las mamás y que estén informadas sobre todo lo que tienen que saber.