Carmen Andrea Juárez Acevedo.

Psicoanalista especialista en salud mental, perinatal y materna.

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Bienvenida a tu etapa de Postparto

En cada nacimiento, nace un bebé y nace a su vez una parte de la madre y del padre; digo que una parte, porque el resto se crea con la continuidad del vínculo, con el apego, con la confianza en la familia, en uno mismo y en el bebé. Permite que tu instinto nazca y crezca día con día.

También nacerán un sinfín de emociones, incluso algunas que no hayas sentido jamás. Éstas se determinan principalmente por el ajuste neuronal, hormonal y endocrino en la madre.

Y en el padre por la gran transformación que vive a nivel de pareja y familia que lo invitan a vivir su propia transformación junto al cambio emocional y vivencial.

Las emociones también se hacen más o menos presentes según la historia personal, antecedentes familiares, y -muy importante- por la presión social, alteraciones en hábitos previos y falta de sueño que se experimenta en el postparto.

Ya te lo han dicho, tu vida va a cambiar, el cambio debe ser visto como la posibilidad de crear un nuevo orden. La rutina y estructura serán grandes aliadas, pero la que nunca puede faltar es la paciencia en ti misma.

compasiva contigo, no te apresures y escucha tus necesidades físicas y emocionales. Pero, por favor, sé flexible.

Es decir, come, hidrátate, descansa, duerme en la medida de lo posible, distráete, llora, ríe o grita; repite lo que sea necesario y modifica lo que no te venga bien.

Muchas veces las madres llegamos a experimentar emociones como tristeza, irritabilidad o angustia y nos negamos a pensar en la posibilidad de presentar alguna complicación emocional.

Las más comunes son depresión y ansiedad. Aunque en otras ocasiones es esperado y normal sentir cierta bruma.

Vivimos estas emociones como una neblina que llegó a nosotros con la llegada del nuevo integrante de la familia, cuando “tendría” que representar un gran júbilo.

Bueno, no siempre es así, y está bien no siempre sentir una gran alegría. La maternidad y paternidad traen consigo una dosis de duda, miedo y mucha incertidumbre. La parte clave será identificar que tanto estas emociones displacenteras pueden estar dirigiendo este nuevo camino.

Hay una diferencia entre dos tipos de neblina que se pueden sentir:

La primera, es la melancolía del postparto o "baby blues". Es un ligero cambio del estado de ánimo tras el parto y debido al proceso hormonal natural del puerperio y el ajuste con el bebé. Podemos presentar cambios de humor, con llanto fácil y en muchas ocasiones irritabilidad.

Nos sentimos rebasadas ante el cambio que estamos viviendo en nuestra vida, tenemos miedo a la incertidumbre, nos sentimos preocupadas y hay cambios en el patrón de sueño y frecuentemente en la alimentación, lo cual nos agota físicamente.

Esta neblina nos sigue por poco tiempo, dura aproximadamente un par de semanas tras el nacimiento, es una especie de bruma que se desvanece por sí sola. Es decir, no requiere tratamiento médico, pero sí soporte emocional de la red de apoyo.

Aparece entre el tercer día y la segunda semana postparto y no dura más de 3 a 4 días consecutivos. Puede surgir hasta la tercera o cuarta semana de postparto sin exceder este lapso continuo, o incluso aparecer solo en momentos específicos del día o sin razón aparente. Los síntomas no están presentes todo el día ni todos los días.

La segunda neblina es mucho más imponente, es más densa, mucho más grande que nosotras y me estoy refiriendo a la depresión durante el postparto.

Aquí las madres tienen sentimientos de extrema tristeza, preocupación, ansiedad, sensación de no ser buenas madres o no poder lograrlo y cansancio que les dificulta realizar las actividades diarias y principalmente el cuidado de sí mismas y el bebé.

Esta neblina nos impide ver más allá y nos hace sentir completamente atrapadas, es una bruma grande que nos paraliza.

Los síntomas más comunes de esta depresión postparto son:
  • Llanto excesivo o sin motivo aparente.
  • Cambios en la conducta alimentaria, disminución o aumento significativo del apetito.
  • Cansancio o fatiga.
  • Sentimiento de incapacidad de cuidar al bebé.
  • Culpa.
  • Irritabilidad.
  • Frustración o enojo constante.
  • Problemas de concentración.
  • Dificultad de tomar decisiones.
  • Pérdida de interés en lo que era importante.
  • Aislamiento y preferencia de estar solas.
  • Dificultad para cuidar al bebé y relacionarse con él.
  • Sentir miedo por no ser “buenas madres”.
  • No poder dormir cuando el bebé duerme.
  • Rechazo al bebé.
  • Sentimiento de no estar ejerciendo la maternidad de manera adecuada.
  • Pueden sentir pensamientos acerca de lastimarse a ellas mismas o al bebé.
  • Pueden tener ideas recurrentes sobre la muerte

Hay síntomas que con frecuencia pasamos por alto, ya que son esperados con la llegada del bebé. Una es la alteración del patrón de sueño, cuando no logras dormir a pesar de tener tiempo para hacerlo.

Otra es el cansancio y la fatiga, tener un bebé es cansado, pero no deberá afectar la realización de nuestras actividades diarias principalmente la intención de adaptación a este momento de vida.

La depresión postparto es una enfermedad que nos imposibilita. Los síntomas pueden presentarse juntos o de manera aislada, pero persisten por más de 2 semanas.

¿Qué puedo hacer si presento uno o varios de estos síntomas?
  • No te sientas culpable.
  • Contacta a un especialista.

Esto no tiene nada que ver con el amor que sientes por tu bebé. Lo abordaremos en terapia y si considero que es necesario te pediré una valoración psiquiátrica para recetar algún fármaco compatible con la lactancia. Acudimos a esta valoración cuando se presentan 5 o más síntomas por este lapso de manera continua. No todos los casos requieren medicamento.

¿Sabías qué?

Esta neblina no solo acompaña a las mujeres, también existe la depresión paterna durante el postparto. Papá, tú también puedes experimentar estos síntomas, generalmente se presenta con mayor irritabilidad y enojo, más que con llanto fácil.

Tu esposa está en un momento de ajuste con el bebé y en su rol de madre. Y tu también. Reconoce como estás afrontando y gestionando los cambios en la relación de pareja y en el reajuste familiar. Ambos son personas en transformación, deberán de reencontrarse y ajustarse al nuevo modelo familiar.

El bebé no se ajusta a ustedes ni ustedes al bebé, es un punto medio. Los tres están llegando a un momento de vida distinto, pero recuerden que ustedes tienen experiencia en este mundo, su bebé no.

Paciencia.

Se considera el periodo de postparto, doce meses posteriores al nacimiento, es un camino largo pero que deben ser capaces de disfrutar.

TIPS: El postparto y la llegada del bebé los hará experimentar muchas emociones, sin que necesariamente éstas lleguen a convertirse en un problema de salud mental o emocional. Te dejo algunas sugerencias para este nuevo comienzo.

  • Se paciente contigo misma.
  • No te exijas de más.
  • Flexibilidad ante todo.
  • No olviden que son equipo, dividan las tareas.
  • Encuentren momentos de descanso.
  • Tengan una red de apoyo.
  • Pide y recibe ayuda.
  • Escúchate, pon especial atención a lo que sientes.
  • No te culpes, no eres mejor o peor mamá o papá por sentir lo que estás sintiendo.
  • Date permiso de expresarte.
  • Descansa.
  • Cuando sea posible, date un tiempo fuera de casa para ti y tu pareja.
  • No te juzgues.
  • Confía en tu intuición Se paciente, no te presiones.
  • No tengas miedo, y si lo tienes, háblalo para reconocer cuál es el origen.
  • No supongas, identifica tus necesidades y exprésalas.
  • Cuida tu cuerpo por dentro con una buena alimentación e hidratación.
  • y por fuera no olvides de usar lo que MOM to MOM nos ofrece para esta etapa.
  • Piensa en ti primero, en la medida que estemos bien como personas, estaremos bien como pareja y lograrás disfrutar este momento.
  • La etapa del postparto es el camino que recorrerás en este inicio de tu nueva identidad, donde recuerda que sí sigues siendo tú.
  • DISFRUTA, lo mereces.